Iglesia parr. de la Asunción
(antes Santa Eulalia)
El conjunto tiene cierta semejanza formal con el jaqués de lacatedral. Circular, trinitario, de ocho brazos y aro marco. Alfa y Omega pequeñas, S grande y estilizada. Le acompañan a los costados un personaje con un animal, en su derecha, y otro animal sobre el que se posa una gallinácea, en su izquierda. La pretensión de imitar el mensaje de Jaca, significaría que son leones, (¡pero qué leones!), y el ave un basilisco. También se ha dicho que representa la escena de Daniel. (¿también con leones?). Pero estos animales se identifican a simple vista con el perro mastín, el jabalí y el urogallo, tres miembros asiduos y muy comunes de la cinegética medieval aragonesa, y en consecuencia, estamos ante la escena de caza más insólita del románico aragonés: el jabalí hace levantar el vuelo al espantado urogallo, mientras el mastín se le enfrenta azuzado por el hombre. La persecución y muerte de verracos, por perros y hombres armados de puñales, aún se practica en la península ibérica actualmente.
Primera mención en 1068. En 1109 venden la mitad de su dominio a Leyre, Fortún Sánchez de Yarnoz y la infanta Ermensinda.
