Iglesia parr. de San Esteban
En relieve, situado en la parte central inferior del magnífico tímpano que, enmarcado por un grueso bocel, se halla empotrado en el muro sur. Es el único vestigio importante que resta del primitivo edificio románico. Circular, trinitario, de seis brazos, aro marco perlado y roseta central de anillo. Las letras grandes, góticas de buena traza, pero mal conservadas. P cercana al anagrama jaqués, Alfa de pico, Omega cerrada, y S grande y esbelta. Centrado en la base del tímpano que se halla dividido en dos mitades, la superior con Pantocrátor, Tetramorfos y un ángel en cada extremo, la inferior con dos grupos de seis apóstoles de pie a ambos costados custodiando al crismón. La disposición del conjunto es única, y algunas figuras denotan la influencia escultórica del románico internacional.
De 1045 es la primera relación de la villa con el monasterio pinantense, aunque su donación al cenobio no se produce hasta 1195, en tiempo de Alfonso II, confirmada en 1203 por Pedro II. No obstante debían existir intereses conventuales anteriores en Botaya. La belleza del tímpano hace presumir la intervención del monasterio en la calidad de la desaparecida iglesia.
