Circular, trinitario, de siete brazos. Pertenece al grupo de los del valle del Esera, y tiene las letras PVawSE, con tilde de cruz debajo de la P, y la S invertida (Z). La lectura de estas letras complementarias ha sido complicada, puesto que, si por la situación geográfica de todas las iglesias con crismones de estas características, parece que se hace referencia al vallis Esera, no consta que en el s. XII fuera esta su denominación usual. Analizada la relación de estas iglesias dependientes, unas a los monasterios de Urmella y Tabernas, absorbidos por el de San Victorián, o directamente de éste, y observada la relación con las de Alaón (Betesa, Torm), cuyo cenobio también tuvo períodos de subordinación a aquél como priorato, considero que las enigmáticas VE, aluden a su pertenencia eclesial al cenobio de La Fueva, siendo colocadas cuando recuperó la propiedad de las iglesias, por decisión de Alfonso II, que le habían sido usurpadas en el reinado de Ramiro II.
En 1092, cuando se crea la canónica agustiniana por el obispo de Roda, Dalamacio, pertenecía al monasterio de Urmella. Pasa a la jurisdicción del obispado de Lérida (1149), en la época de la usurpación, y vuelve a San Victorián hacia 1178, restituido por Alfonso II.
